LA 5 PIEDRAS
Por: Ps. María Alejandra
«Ustedes, los que van tras la justicia y buscan al Señor, ¡escúchenme! Miren la roca de la que fueron tallados, la cantera de la que fueron extraídos.»
Isaías 51:1
El Reino Mineral y la Roca Viva
En la naturaleza, los seres vivos se agrupan en diversos reinos: el animal, el vegetal, el fungi, el protista y el monera. Sin embargo, hay un reino que, aunque inorgánico y sin vida biológica, no puede pasar desapercibido: el reino mineral. Este reino está compuesto por sustancias inorgánicas, sin vida... pero en el mundo espiritual, hay una excepción extraordinaria: la roca tiene vida.
¿Quién es la piedra y quiénes somos nosotros?
¿Por qué cinco piedras? Porque Goliat tenía cuatro hermanos más:
·Lahmi: 1 Crónicas 20:5
·Isbi-benob: 2 Samuel 21:16
·Sipai: 1 Crónicas 20:4
·Un anónimo de seis dedos: 1 Crónicas 20:6-7
David no solo se preparó para el gigante del momento, sino para todos los que podrían venir después. Fue una preparación profética, una estrategia espiritual.
Las 5 piedras que necesitas para vencer a tu gigante
1. La Piedra de la Paciencia: Esperar en Dios y confiar en Sus tiempos.
David no corrió hacia Goliat sin antes haber sido entrenado en la intimidad con Dios. Las batallas no se ganan con prisa, sino con paciencia. En el proceso de espera, Dios moldea nuestro carácter, fortalece nuestra fe y nos enseña a escuchar Su voz. La paciencia no es pasividad, es preparación activa.
2. La Piedra de la Fe: Creer que lo imposible es posible con Dios.
3. La Piedra de la Perseverancia: Seguir adelante a pesar de las dificultades.
4. La Piedra de la Convicción: Tener certeza firme de lo que creemos.
5. La Piedra de la Decisión: Obedecer y actuar cuando Dios dice "ahora".
El poder de elegir
"Y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo."
1 Corintios 10:4
Cristo es la roca. Él es la cantera de donde fuimos extraídos, la piedra angular sobre la que se edifica toda la fe cristiana. Él no es una roca inerte, sino una roca viva, capaz de darnos vida en abundancia.
Y como Cristo es la roca viva, nosotros también somos piedras vivas:
"Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo."
1 Pedro 2:5
¡Qué poderosa revelación! No somos simples elementos del paisaje. Somos parte de una construcción viva, espiritual, eterna.
David y las Cinco Piedras
La historia de David y Goliat es un claro reflejo de cómo las piedras, en manos correctas, pueden cambiar el curso de la historia.
"David se ciñó la espada sobre la armadura e intentó caminar, pero no pudo porque no estaba acostumbrado. —No puedo andar con todo esto —le dijo a Saúl—; no estoy entrenado para ello. De modo que se quitó todo aquello, tomó su bastón, fue al río a escoger cinco piedras lisas, y las metió en su bolsa de pastor. Luego, honda en mano, se acercó al filisteo."
1 Samuel 17:39-40
·Lahmi: 1 Crónicas 20:5
·Isbi-benob: 2 Samuel 21:16
·Sipai: 1 Crónicas 20:4
·Un anónimo de seis dedos: 1 Crónicas 20:6-7
David no solo se preparó para el gigante del momento, sino para todos los que podrían venir después. Fue una preparación profética, una estrategia espiritual.
Piedras Pulidas por el Agua
Lo interesante es que David no escogió cualquier piedra: escogió piedras lisas. Piedras que habían pasado mucho tiempo bajo el agua, siendo pulidas por el roce constante. Así somos también nosotros. Cada uno de nosotros tiene asperezas: orgullo, soberbia, desobediencia, incredulidad, miedo… Pero al igual que las piedras del río, Dios nos pule a través de los procesos, para que podamos ser usados por Él.
Las 5 piedras que necesitas para vencer a tu gigante
Así como David se preparó con cinco piedras, tú también necesitas tener cinco principios espirituales en tu corazón para enfrentar a los gigantes de la vida:
1. La Piedra de la Paciencia: Esperar en Dios y confiar en Sus tiempos.David no corrió hacia Goliat sin antes haber sido entrenado en la intimidad con Dios. Las batallas no se ganan con prisa, sino con paciencia. En el proceso de espera, Dios moldea nuestro carácter, fortalece nuestra fe y nos enseña a escuchar Su voz. La paciencia no es pasividad, es preparación activa.
"Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor."
Salmo 40:1
2. La Piedra de la Fe: Creer que lo imposible es posible con Dios.David no vio a un gigante imposible de vencer, vio a un Dios más grande que cualquier enemigo. La fe no niega la realidad, pero afirma que Dios tiene la última palabra. Esta piedra es la que impulsa al corazón a mirar más allá de lo visible.
"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve."
Hebreos 11:1
3. La Piedra de la Perseverancia: Seguir adelante a pesar de las dificultades.David fue menospreciado, ignorado y enfrentó oposición incluso antes de llegar al campo de batalla. Pero no se detuvo. La perseverancia es la fuerza que mantiene tu enfoque cuando todo te dice que retrocedas. No es suficiente comenzar: hay que persistir.
"Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que
ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida."
Santiago 1:12
4. La Piedra de la Convicción: Tener certeza firme de lo que creemos.David no fue movido por la opinión de otros. Su seguridad venía de una relación profunda con Dios. La convicción es más que conocimiento; es una certeza inquebrantable que da firmeza en medio de la batalla. Sin convicción, seremos como hojas llevadas por el viento.
"Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida... podrá separarnos
del amor de Dios que es en Cristo Jesús."
Romanos 8:38-39
5. La Piedra de la Decisión: Obedecer y actuar cuando Dios dice "ahora".David no solo creyó, actuó. Tomó la piedra y enfrentó al gigante. Muchos creen, pocos deciden. La fe verdadera se manifiesta en obediencia inmediata. Hay momentos en los que Dios te dirá: "Es ahora". Y necesitas moverte.
"Esfuérzate y sé valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios
estará contigo dondequiera que vayas."
Josué 1:9
El poder de elegir
Dios ya te ha dado la cantera, la roca, la honda… y las piedras. Ahora te toca a ti dar el paso, levantar la mirada y enfrentar a tu gigante. Porque la victoria ya está escrita, pero tú debes tomar la decisión de vivirla.
"El destino no es cuestión de casualidad, sino de elección.
No es algo que hay que esperar, es algo que hay que lograr."
William Jennings

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